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Contribuciones de la ciencia a la diplomacia n nn
técnica y socioeconómica relevante para entender los
elementos científicos del riesgo que supone el cam-
bio climático provocado por las actividades huma-
nas, sus posibles repercusiones y las oportunidades de
adaptación y atenuación. En la 21.ª Conferencia
de las Partes de la Convención Marco de las Nacio-
nes Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en
París en 2015, se alcanzó un acuerdo histórico con el
objetivo de combatir el cambio climático y acelerar e
intensificar las acciones y las inversiones necesarias
para un futuro sostenible con bajas emisiones de car-
bono. Tras la firma, otras naciones se han unido a este
acuerdo, que actualmente cuenta con 195 países.
El Acuerdo de París es el instrumento multilateral
no relacionado con temas bélicos más relevante que
se haya construido jamás. Su objetivo principal es
reforzar la respuesta mundial ante la amenaza del
cambio climático; para ello, se busca mantener el au-
mento de la temperatura global en este siglo por de-
bajo de los 2 ˚C con respecto a los niveles preindus-
triales y proseguir con los esfuerzos para limitar aún
más el aumento de la temperatura a 1.5 ˚C, de acuer-
do con la información proporcionada por el IPCC.
Durante las negociaciones del Acuerdo de París,
México adoptó las posiciones tanto de países euro-
peos como de los latinoamericanos, e incluyó mati-
ces para que fueran mejor vistos por las partes. Un
papel destacable de la actuación de las delegaciones
mexicanas fue el de “facilitador” en sesiones en que
se discutieron temas muy controvertidos. Esta tarea
fue posible gracias a la experiencia y habilidad de los
delegados, miembros de la cancillería y participantes
en distintos foros multilaterales, así como por el buen
nivel de conocimiento técnico de los representantes
de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-
turales (Semarnat) y del Instituto Nacional de Eco-
logía y Cambio Climático (INECC), cualidades que
reconocieron las delegaciones de otros países.
Un tema en el que México fue particularmente in-
sistente es el de la inclusión de los gases de vida cor- aspectos de la nueva industria energética.
ta. Dado que no están contemplados en la Conven-
ción Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y ningún país miembro desea la apertura
de ésta, México, junto con Chile, Bélgica y Kenia,
procuró otros caminos para su inclusión. Se optó por
Recuadro 1. Cátedra de Diplomacia y Patrimonio
de la Ciencia de la Ciudad de México
El ecosistema emergente de diplomacia de la ciencia en México
y América Latina representa tanto un objeto de estudio como un
área de formación profesional en desarrollo. México cuenta con más
de 114 tratados de cooperación científica, cuya implementación re-
quiere de profesionales en diplomacia de la ciencia al servicio del
Estado para conectar estratégicamente a la academia, el gobierno,
la sociedad civil y las instituciones y misiones diplomáticas.
En este sentido, la Cátedra de Diplomacia y Patrimonio de la
Ciencia, en el marco de la RED ECOS de Educación, Ciencia, Tecnolo-
gía e Innovación de la Ciudad de México, tiene como objetivo formar
un espacio de investigación, análisis, capacitación, colaboración y
gestión de proyectos con impacto en las políticas públicas de Méxi-
co y América Latina, en tres áreas principales: 1) políticas públicas
y diplomacia orientadas por el conocimiento científico; 2) ciencia
como eje trasversal en la Agenda 2030; y 3) patrimonio científico
de la Ciudad de México. En la Cátedra convergen la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Mora, el Centro
de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto
Politécnico Nacional (IPN) y la Secretaría de Relaciones Exteriores,
mediante la participación de su personal académico y funcionarios
públicos. Las actividades de este programa son encabezadas por
Ana María Cetto, de la UNAM, y Marga Gual Soler, de España. Con
miras a una proyección nacional y regional, la Cátedra ha estableci-
do alianzas estratégicas con socios internacionales, como la Orga-
nización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco), para promover el derecho humano a la ciencia.
recurrir al IPCC, a fin de que éste buscara formas para Gases de vida
incluir a los gases de vida corta, sin tratar de homo- corta
geneizar su contabilización con la de las emisiones de Contaminantes
gases de efecto invernadero (GEI), que sí están inclui- como el metano y
dos en la Convención. Gracias a estos compromisos, los clorofluorocar-
entre 2012 y 2018 se canalizaron 2 000 millones de bonos que tienen
pesos para el desarrollo de investigaciones científicas una duración
y para la innovación en energía renovables; igual- menor que el
mente, se destinaron recursos para la formación de dióxido de carbono
más de 3 000 becarios de posgrado en programas al- en la atmósfera.
tamente calificados que se relacionan con todos los
Por otro lado, más recientemente, la crisis sani-
taria generada por el brote de COVID-19 a finales de
enero-marzo de 2021  volumen 72 número 1  ciencia 39