La transformación de los bosques y las selvas del mundo se debe principalmente a las actividades humanas. Esta huella antrópica ha modificado no sólo el paisaje, sino también la gama de vegetación que en un inicio se encontraba. Diversas prácticas, como las agroforestales, junto con el acervo biocultural de muchos grupos humanos, representan un futuro viable para estos ecosistemas.

Los textiles sintéticos como el poliéster producen, a partir de su desgaste, fibras muy pequeñas que forman parte de los contaminantes conocidos como microplásticos. Su creciente presencia en el ambiente se debe al intenso uso de tejidos sintéticos y a que éstos no se biodegradan con facilidad. Debido a que pasan a través de las cadenas alimenticias, posiblemente estén llegando a nosotros cuando consumimos alimentos marinos.

En los últimos años la creciente demanda de energía ha originado la búsqueda de alternativas que permitan obtenerla con un menor impacto ambiental; la biomasa es una de estas fuentes potenciales. En el presente artículo se aborda el aprovechamiento de la biomasa –específicamente los residuos– para su conversión en biocombustibles sólidos, gaseosos y líquidos.

Presentamos la historia, las principales características y algunas tecnologías para producir, almacenar y usar el hidrógeno. Asimismo, abordamos la posibilidad de aprovecharlo como un combustible sustentable para diferentes
aplicaciones.

La donación de órganos, tejidos o células es un acto de generosidad, cuyo propósito es otorgar a otra persona la mejoría en su salud y calidad de vida. Sin embargo, la población en general tiene escasa e inadecuada información
al respecto, lo que ha ocasionado que sean muy pocos los donadores inscritos en el Registro Nacional de Trasplantes, cuando se necesitan 20 donaciones por cada millón de habitantes.

Con el desarrollo de la cultura, el libro fue presentando distintos formatos y materiales para su confección y propagación. La historia de este objeto puede rastrearse desde las pinturas rupestres, los rollos y códices de papiro,
hasta su elaboración en los scriptoria monásticos; pero eran objetos de lujo y casi nula circulación. Con la organización de las primeras universidades en los siglos XII y XIII, el libro pasa de ser un objeto de ornato a un
instrumento de trabajo.