En este número de la revista Ciencia, descubriremos que el cine no sólo divierte, sino que también enseña.

¿Qué podemos aprender a través de las películas? De todo: historia, otras formas de ver la vida, cómo viven en distintas partes del mundo, pero... también matemáticas, relaciones internacionales y ética. Dejemos que el cine entre al salón de clase para, además de motivar a los alumnos, romper el prejuicio sobre la manera de enseñar, y rebatir la idea de que el cine y la televisión son “enemigos” de la educación.

El acto de ver y oír cine sigue siendo una de las actividades más placenteras de la cultura contemporánea. Aunque esta experiencia puede ocurrir en muy diversas plataformas, con distintas características, en todos los casos el lenguaje cinematográfico produce un considerable impacto emocional, estético e ideológico en los espectadores.

El análisis cinematográfico es la disciplina que permite entender cómo se organizan las imágenes y los sonidos para lograr múltiples efectos en nosotros como espectadores. La mejor manera de estudiar el lenguaje cinematográfico es viendo las películas al tiempo que empleamos las herramientas de análisis que aquí se explican.

En este artículo se entiende la puesta en escena como una parte esencial de los procesos de creación en el cine. Se trata de aspectos materiales, expresivos y significantes –como las escenografías, los actores y los espacios– que revelan la concepción plástica, intelectual, social y cultural de la persona que dirige el filme y de su equipo creativo y técnico.

El cine admite una mirada matemática que, en el campo de la enseñanza, nos permite abordar conceptos desde situaciones y contextos muy variados. Se trata de un recurso didáctico adicional, el cual proponemos para conseguir que el estudiantado se apropie del conocimiento matemático por ser algo atractivo y útil.

El objetivo de este texto es subrayar el potencial del cine como herramienta para la educación ambiental y mostrar sus posibilidades didácticas para detonar la reflexión y despertar la conciencia ecológica de los espectadores por medio del análisis de películas; es decir, a partir de la ecocrítica cinematográfica. Al final, se enumeran películas mexicanas que podrían utilizarse para programar ciclos de cine verde.

El cine no sólo es entretenimiento. Las obras cinematográficas también nos motivan a la reflexión, al intercambio de ideas, al aprendizaje de nuevos conocimientos y al diálogo o la discusión. Por eso consideramos que el cine es educativo. Y sobre esta premisa queremos explicar cómo es que el séptimo arte está mostrando y denunciando hoy muchos de los problemas ambientales que afectan al planeta.

Hablamos de las similitudes técnicas y estructurales del cine y la literatura. El cine nos sirve para ejemplificar aspectos que pueden ser abordados en la escritura ficcional, desde la estructura interna, como la historia, el argumento, los personajes y el espacio narrativo.

El presente artículo se propone mostrar cómo se enseña filosofía con el cine. La relación de la enseñanza de la filosofía con el cine se vincula con el concepto-imagen y la reflexión que se puede propiciar en clase al activar las habilidades del pensamiento mediante el diálogo y las preguntas auténticas.

La filosofía ha sido por tradición una disciplina en la que únicamente se requería un bolígrafo y un papel para formular los Gedanken experiment (experimentos mentales). No obstante, en los últimos años se ha estado desarrollando la filosofía experimental y se está tomando en cuenta el arte cinematográfico (además de las series de televisión y los cómics).

“La imagen sólo vendrá en el tiempo de la resurrección”. San Pablo

La ejecución de Sacco y Vanzetti fue el crimen más impactante que se ha cometido en la historia estadounidense desde el asesinato de Abraham Lincoln.

Upton Sinclair (1928)

La película Sacco y Vanzetti (Montaldo, 1971) ha contribuido de manera significativa a la revisión de un proceso histórico en particular y ha dado a conocer a la opinión pública, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos de América, un caso olvidado por muchos. Asimismo, la historia da pie a una discusión y reflexión respecto al derecho de contar con un debido proceso legal.

Aquí se parte de un recorrido por la relación entre el cine y la educación para después observar lo que diferentes pensadores han definido como lo ético. Al final se proponen dos estrategias para usar el cine con fines de aprendizaje de los valores, los principios, las certidumbres y la toma de decisiones orientadas hacia el bien común.

Dice Pierre Bourdieu que “la sociología es un deporte de combate porque se usa para defenderse, pero no debe utilizarse para dar golpes bajos” (2001). Este artículo se trata de entender qué es la sociología y cómo se puede aprender y enseñar por medio del cine; ¡claro!, sin dar golpes bajos, pues como dijo el niño buscapleitos de El chico (The Kid; Chaplin, 1921): todo se trata de bailar.