Al concluir la primera mitad de la gestión del actual Consejo Directivo de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), es momento de hacer un alto para contemplar el camino recorrido. Las principales líneas de acción del plan de trabajo vigente (véase esta misma sección, revista Ciencia, vol. 61-3) incluyeron: a) realizar una campaña pública en pro de la ciencia y la tecnología, basada en un análisis objetivo de la situación actual; b) activar las Secciones Regionales de la Academia, brindando a la membresía externa y a la región metropolitana del Distrito Federal una mayor influencia en nuestra toma de decisiones; c) implementar una mayor vinculación del Consejo Directivo con las secciones temáticas y con la directiva de redes y programas; d) implementar la titularidad, con el propósito de distinguir a nuestra membresía más adulta, estimulando no sólo la excelencia académica, sino también el interés por pertenecer a la Academia y la participación en nuestras actividades, y e) incrementar la presencia internacional de la AMC. Los logros en este último punto ya fueron reseñados en el número pasado de Ciencia (véase esta misma sección, vol. 62-3).
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