Número actual
Octubre-Diciembre 2025 vol. 76-4
Portada
Indice
Desde el Comité Editorial
Tejiendo el futuro: nanotecnología en la industria textil
Innovaciones tecnológicas en la uam: una mirada desde el doctorado
Desde las redes
Noticias de la Academia Mexicana de Ciencias
La Sierra de Guadalupe, una fuente de biodiversidad en la Cuenca de México
Tejer o no tejer... Las diversas estrategias de caza de las arañas
Los dientes, una importante fuente de información morfológica y ecológica
Las emociones en la toma de decisiones
Una nueva terapia para la leucemia linfoblástica aguda
Linfocitos T: desarrollo, activación y funciones
Paracetamol, un analgésico popular que no es tan inocuo
Entendiendo el tormento de la cefalea en racimos
“Obesos sanos”, un término equivocado
¿Nos predisponen los genes al consumo de drogas?
Las suculentas y la vista, una relación inesperada
El romero, una planta para el alivio del dolor
Alfred Wallace: científico y militante social
¿Cómo reducir los gases de efecto invernadero de los rumiantes?
La unión hace la fuerza: historia de los líquenes
El control de la temperatura corporal: cuestión de vida o muerte
Relojes moleculares: ¿cuándo aparecieron las especies?
El rábano: de lo comestible a lo nanotecnológico
Artículos fuera de los volúmenes Publicados online
Cada día, las condiciones de contaminación atmosférica se vuelven más alarmantes, especialmente en las ciudades más pobladas del país. A esto contribuyen las emisiones de los vehículos circulantes, las industrias en sus diferentes modalidades, los incendios forestales y de pastizales, la quema de basura, llantas y otros residuos y la liberación a la atmósfera de partículas y compuestos provenientes de la actividad y costumbres de las comunidades urbanas y rurales.
Esta situación se torna más crítica en ciertas épocas del año, principalmente en invierno, cuando las inversiones térmicas agravan la situación, y en épocas de sequía y temperaturas elevadas en que los incendios forestales favorecen condiciones de contingencia ambiental. Tal fue el caso del incendio de cientos de hectáreas del bosque de La Primavera, en la vecindad de la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco, en abril de 2005.
En el presente número de Ciencia se revisan algunos aspectos críticos relacionados con la contaminación atmosférica, la salud de la población humana y el equilibrio de los ecosistemas, a un año de ese evento que mantuvo paralizada a la segunda ciudad del país por más de 90 horas. Algunas consecuencias fueron detectables de manera inmediata; otras, solamente el tiempo revelará el grado en que afectan la salud de la población.
Es importante conocer el concepto de patología ambiental, pues no solamente se trata de saber los efectos de las condiciones de contaminación atmosférica sobre la salud de la población humana, sino el concepto de salud y patología del ambiente. Asimismo, para comprender mejor esos efectos sobre la población, es importante estudiar los mecanismos de producción de las alteraciones, y revisar los factores relacionados con los contaminantes ambientales, así como los que involucran las condiciones de los individuos expuestos a esos contaminantes. De particular interés resulta analizar los impactos de la contingencia que se presentó en abril de 2005, como consecuencia del incendio de una extensa zona del bosque de La Primavera, y la importancia de la gestión en el control de la contaminación atmosférica para futuras situaciones.
Los autores de cada uno de los artículos de este número de Ciencia son autoridades en sus campos de conocimiento, y están dedicados a realizar investigación científica, a participar en la formación de profesionales de alto nivel académico y a la vinculación con los sectores gubernamentales, académicos y de salud de la población.