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■■ ■  Astrobiología

ejemplo a la propia humanidad, pues somos el úni-            En el contexto de las grandes obras de ingenie-
co ejemplo conocido.                                      ría realizadas a finales del siglo xix, como la cons-
                                                          trucción del canal de Suez y el canal de Panamá, las
   Ante esta problemática, ha surgido una nueva           observaciones de Schiaparelli influyeron para que
disciplina llamada astrobiología, que ha tomado co-       en 1906 Percival Lowell, un aristócrata americano
mo directriz entender el origen, evolución y distri-      aficionado a la astronomía, interpretara esas líneas
bución de la vida en el universo. Actualmente sólo        observadas en Marte como canales construidos de
conocemos el 5% del universo y la única región a          manera artificial por una civilización alienígena in-
la que hemos podido enviar instrumentos científicos       teligente que habitaba en el planeta rojo.
es nuestro propio sistema solar. De acuerdo con lo
anterior, la astrobiología sugiere que existen lugares       En esa época, se propagó la noticia de que se ha-
potenciales donde pudo haberse originado o exis-          bía encontrado evidencia de la existencia de vida
tido vida, por ejemplo: el planeta Marte, dos lunas       inteligente en Marte, dando pauta para que los es-
de Saturno (Titán y Encélado) y una luna de Júpi-         critores de la época dejaran volar su imaginación y
ter (Europa). De todos ellos, el que presenta ma-         publicaran trabajos alusivos a la vida marciana.
yor factibilidad para la exploración es Marte, por
su cercanía. A pesar de que se encuentra relativa-          La era espacial, un gran desencuentro
mente cerca, hemos tenido la necesidad de crear             La llegada de la era espacial fue un parteaguas para
nuevos tipos de instrumentos capaces de realizar ob-      los estudios sobre Marte. En la década de los 60 del
servaciones y experimentos de forma remota para           siglo pasado, la primera nave en orbitar Marte fue la
poder comenzar a explorar el planeta vecino. En este      misión Mariner 4, en la que se tomaron 22 fotogra-
artículo iremos dando cuenta de los avances y retos       fías que dejaban al descubierto un sitio con muchos
que ha representado para la comunidad científica la       cráteres de impacto de meteoritos, sin rastro alguno
búsqueda de vida en el planeta rojo.                      de canales y mucho menos de grandes obras de inge-
                                                          niería realizadas por alguna civilización inteligente.
  Los telescopios, primeros indicios                      Poco después, las misiones Mariner 6, 7 y 9 pudieron
  Las primeras observaciones del planeta rojo fueron      explorar con mayor detalle, obteniendo un total de
realizadas en 1610 por Galileo Galilei, quien utili-      7 530 imágenes de la superficie y caracterizando el
zando su telescopio refractor observó solamente un        clima. Quedó así claro que la superficie marciana
disco de color rojo. Posteriormente y junto con la in-    es un desierto seco, frío, con formación de dunas y
vención de mejores telescopios reflectores, se realiza-   prácticamente hostil para la vida. Estas observacio-
ron observaciones un poco más claras de la superficie     nes descartaron la posibilidad de vida inteligente en
marciana, llegando a inferirse algunas propiedades        Marte; sin embargo, aún era posible que existieran
planetarias, como su tamaño, masa, periodo de tras-       microorganismos capaces de tolerar las condiciones
lación (tamaño de su órbita), periodo de rotación         extremas del planeta.
(duración de su día). Asimismo, se han inferido al-
gunos procesos en su superficie que podrían indi-            El análisis minucioso de las imágenes obtenidas
car la presencia de agua líquida. La posibilidad de agua  mostró rasgos geológicos que sugerían que en el pa-
líquida en la superficie y de una atmósfera densa hizo    sado Marte pudo haber contenido grandes cuerpos
que los astrónomos consideraran factible que existiera    de agua líquida e incluso un ciclo hidrológico, ade-
vida en la superficie marciana. Esta idea tomó fuerza     más de haber tenido fuentes de energía, tales como
gracias a que, en 1877, Giovanni Virginio Schiapare-      el vulcanismo e impactos de meteoritos. Estas carac-
lli describió una serie de estructuras en la superficie   terísticas pudieron prevalecer el tiempo suficiente
marciana con características similares a “canales”,       para que se originara vida en el pasado del planeta
que asoció a una formación natural por flujo de agua.     rojo e incluso mantenerla de alguna forma hasta la
                                                          actualidad. Por tal motivo, se desarrolló la misión

48  ciencia ♦ volumen 75 número 2 ♦ abril-junio de 2024
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