Número actual
Octubre-Diciembre 2025 vol. 76-4
Portada
Indice
Desde el Comité Editorial
Tejiendo el futuro: nanotecnología en la industria textil
Innovaciones tecnológicas en la uam: una mirada desde el doctorado
Desde las redes
Noticias de la Academia Mexicana de Ciencias
La Sierra de Guadalupe, una fuente de biodiversidad en la Cuenca de México
Tejer o no tejer... Las diversas estrategias de caza de las arañas
Los dientes, una importante fuente de información morfológica y ecológica
Las emociones en la toma de decisiones
Una nueva terapia para la leucemia linfoblástica aguda
Linfocitos T: desarrollo, activación y funciones
Paracetamol, un analgésico popular que no es tan inocuo
Entendiendo el tormento de la cefalea en racimos
“Obesos sanos”, un término equivocado
¿Nos predisponen los genes al consumo de drogas?
Las suculentas y la vista, una relación inesperada
El romero, una planta para el alivio del dolor
Alfred Wallace: científico y militante social
¿Cómo reducir los gases de efecto invernadero de los rumiantes?
La unión hace la fuerza: historia de los líquenes
El control de la temperatura corporal: cuestión de vida o muerte
Relojes moleculares: ¿cuándo aparecieron las especies?
El rábano: de lo comestible a lo nanotecnológico
Artículos fuera de los volúmenes Publicados online
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) mudó sus instalaciones al predio conocido como Casa Tlalpan en abril de 2001. El predio fue otorgado gracias a las gestiones del entonces presidente de la AMC, René Drucker, ante el secretario de Educación, Lic. Miguel Limón Rojas, y ante el entonces delegado de Tlalpan, Dr. Salvador Martínez della Rocca.
Se trata de una propiedad espléndida que puede alojar una infraestructura verdaderamente digna de la AMC. La Casa Tlalpan cuenta con 6.5 hectáreas, de las cuales dos terceras partes son espacios abiertos. Con el esfuerzo de varios consejos directivos, se han llevado a cabo remodelaciones y adecuaciones que han hecho del lugar un espacio más funcional para las actividades académicas, aunque todavía hay mucho por hacer.
Por iniciativa del Consejo Directivo inmediato anterior, y asumido por el actual, que me honro en presidir, se inició la construcción de un auditorio de usos múltiples, con capacidad para más de quinientas personas. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto Felipe Leal, quien generosamente ha brindado su talento y experiencia en esta magna obra. Actualmente se desarrollan los trabajos de cimentación; el proyecto podría ser concluido a fines de 2007.
La construcción del auditorio significa un reto presupuestal considerable, pero debemos afrontarlo para avanzar en el desarrollo de la infraestructura que todos queremos para nuestra Academia. Estoy seguro que muchas serán las instituciones que generosamente apoyen la construcción que permitirá enriquecer la vida académica de la AMC, y que será punto de encuentro para diversas comunidades de las ciencias y de las humanidades.
El auditorio, junto con la unidad de seminarios, se constituirá en un centro de convenciones al servicio de los miembros de la AMC y de la comunidad científica en general.




